Construye conocimiento – ¿Qué es el sexting?

El sexting consiste en el envío de imágenes o vídeos sexuales, realizados por el propio remitente, principalmente a través del teléfono móvil, o por otros dispositivos tecnológicos. El término es un anglicismo que proviene de unir la palabra sexo, y el texting, el envío de mensajes. Sus inicios fueron en los países anglosajones en 2005, que se han ido extendiendo gradualmente al resto del mundo.

Para diferenciar el sexting del grooming es importante señalar que, en el primer caso, las imágenes o vídeos son realizados por el mismo remitente voluntariamente o por otra persona, pero quien los protagoniza da su consentimiento., Cuando los menores realizan sexting con el acosador, por engaño o coacción, no sería sexting como tal, ya que aunque en algunos casos es voluntario están siendo engañados. El sexting distingue entre dos actores: los que realizan el acto de filmación, sexting active; o los que reciben las imágenes, sexting pasivo.

Algunos jóvenes lo hacen como un regalo a sus parejas, como un elemento de coqueteo o para llamar la atención. El riesgo que contiene esta práctica es que el receptor puede enviar las imágenes o utilizarlas para coaccionar para obtener más imágenes, u otros objetivos. También es posible una distribución no percibida por descuido o error.

El sexting activo es cuando la persona toma fotos o videos con poses sugestivas o sexuales y los envía a otra persona.El sexting pasivo es cuando la gente recibe fotos tomadas por otras personas.

¿Por qué el sexting es una amenaza potencial para los niños y jóvenes? Se trata de un grave peligro en Internet porque, después de enviar estas imágenes, el remitente pierde todo el control sobre ellas. De esta manera, este contenido puede llegar a muchas más personas por diversas razones:

• El destinatario envía ese contenido a propósito a otras personas, que lo reenvían sin cesar hasta llegar a un público muy amplio.
• El protagonista de las imágenes las envía por error a una persona equivocada, que las envía a otras personas.
• Alguien roba el móvil, la tableta o el ordenador de uno de los propietarios de las imágenes, que las publica en Internet.
• Alguien entra en el móvil o el ordenador de uno de los propietarios de las imágenes, enviándolas así a más personas, publicándolas en Internet o reenviándolas a su protagonista para iniciar una fase de chantaje o extorsión.

Esas imágenes pueden terminar en múltiples lugares:

• En los dispositivos móviles de los conocidos del protagonista, como, por ejemplo, sus propios padres.
• En las redes sociales, donde se tiene acceso público a ellas.
• Páginas de contenido sexual y/o pornográfico.
• En manos de los groomers, que ven en ellas a su presa perfecta para poder cumplir con sus peticiones (ver grooming).

Las consecuencias para la víctima son:

• Humillación y linchamiento social para el protagonista de las imágenes.
• El menor se enfrenta al insulto público, afectando en primer lugar a su autoestima, en una edad en la que su personalidad se está formando y depende en gran medida de la imagen que los demás perciban, ya que la opinión de los demás es importante.
• También hay sentimientos de indefensión, principalmente cuando el caso se le cuenta a los padres, o a los educadores, o de culpa por haberse puesto en esa situación.
• Estos sentimientos pueden conducir a una profunda tristeza, ansiedad, depresión, disminución o aumento del apetito, o incluso, en los casos más extremos, a intentos de suicidio.

La prevención del sexting puede llevarse a cabo por los padres, madres o tutores, y también por los propios menores. En el caso de los padres o tutores:

• Deben enseñar a los menores que lo que comparten en Internet tiene sus consecuencias, y que, aunque lo compartan en privado con una persona muy cercana, esto puede llevar a muchos problemas más adelante.
• Enseñarles a respetar su cuerpo y su intimidad. Y que nadie puede obligarlws a hacer algo que no quieran.
• Localizar el ordenador o hacer uso de los dispositivos móviles tanto como sea posible en los lugares compartidos con la familia.

Los menores deben evitar enviar cualquier tipo de fotos, pero se sabe que, a medida que crecen, comienzan a usar estas funciones también. Incluso en esta transición hacia la madurez, es importante tomar algunas medidas:

• No intercambies fotografías íntimas, y mucho menos con extraños.
• No publiques imágenes comprometidas en las redes sociales o en Internet- Estas fotos son muy difíciles de borrar después y pueden llegar a muchas personas.
• Si envías una imagen, trata de enviarla sin posibilidad de ser identificado, sin mostrar tu cara, tatuajes o marcas que puedan identificarte fácilmente.
• No envíes imágenes con coordenadas de geolocalización, ya que algunos móviles o dispositivos tienen la opción de marcar en la imagen la posición donde se tomó la foto. Esto puede ser un peligro añadido en caso de difusión de la foto o de robo del dispositivo, ya que terceras personas pueden saber dónde fue tomada y localizar al menor.
• Si tomas una foto y no quieres que vea la luz, la mejor opción es borrarla del dispositivo.