Hoy en día casi toda nuestra vida descansa en Internet. Si somos hackeados el hacker encontrará nuestras contraseñas de la tarjeta de crédito, tendrá acceso a nuestros perfiles de medios sociales, nuestras cuentas de correo electrónico o a nuestro historial de navegación.
Debido a esta sobreexposición, debemos cuidar nuestros datos y evitar su divulgación. Sin embargo, aunque nos comprometamos a un uso responsable de Internet, debemos asegurarnos de que los menores estén tan comprometidos como nosotros, porque utilizan los dispositivos de la familia y también los suyos propios.
Una amplia gama de delitos implica la eliminación de datos, o la fuga de datos y los adolescentes y niños son uno de los colectivos más propensos a compartir sus datos, debido a dos razones principales:
Los nativos digitales pasan más tiempo conectados.
No tienen la sensación de peligro cuando navegan.
Se pueden utilizar varias técnicas para filtrar secretamente datos de un dispositivo digital. A veces los perpetradores ocultan sus intenciones mostrándose como algo diferente a lo que son. Por ejemplo, en los anuncios, pidiendo información para visualizar el contenido o pidiendo las contraseñas para disfrutar de un servicio online. Pero, más a menudo los menores comparten sus datos porque no son conscientes del peligro, por lo que resulta vital contra con una forma más responsable de actuar en Internet.
Definición
Revelación de información
Revelar significa exponer, sin querer, información privada que no debe ser filtrada a otras personas. Puede ocurrir por medio de la piratería informática o porque la fuente no se dé cuenta de la importancia de mantener los datos privados en privado.
Podemos decir que hay divulgación cuando alguien da su información personal o la coloca en una posición en la que puede ser descubierta por personas que podrían utilizarla de manera perjudicial, arriesgando su privacidad o seguridad.
Este problema se ha incrementado profusamente debido a la mejora y sofisticación de la piratería informática: el malware, el spyware son sólo algunos de los problemas conocidos. Pero, como dijimos antes, uno de los principales problemas es que la gente esté dispuesta a compartir tanta información sobre ellos mismos. Constituye un problema creciente debido a las aplicaciones de los teléfonos inteligentes, que nos piden acceso a información como ubicación, contactos, etc. para poder disfrutar de sus servicios. Este es un cambio de paradigma que Internet ha traído consigo. En la televisión te muestran contenidos a cambio de tu atención. En Internet te darán acceso a aplicaciones y servicios a cambio de tus datos.
Esto no constituiría un problema en sí mismo si los datos revelados no fueran sensibles. Pero, ¿sabe un niño si la información expuesta es sensible y potencialmente riesgosa o no? Incluso los adultos a veces pueden no notar esta diferencia. Para descubrir si los menores están filtrando información, los padres deben hacerles algunas preguntas:
– ¿A qué sitios ingresan?
– ¿Qué aplicaciones se descargan?
– ¿Alguien les ha pedido que compartan algún dato personal para disfrutar de un servicio, como la dirección de correo electrónico o el número de tarjeta de crédito?
Ejemplo
Paul quiere descargar una aplicación en su smartphone para hablar con sus amigos. Aunque la aplicación es gratuita, se le pide que rellene un formulario que incluye la tarjeta de crédito y el código de verificación de la tarjeta.
Si las aplicaciones o servicios en línea te piden que compartas alguna información para el funcionamiento adecuado de la misma que no van a utilizar, o si alguien te pide de manera inusual información privada, como la dirección de tu casa, es probable pensar que hay un riesgo de revelar información sensible.
A veces la fuga de datos se produce mediante el uso de un virus troyano. Si tienes alguna sospecha de un software, no deberías descargarlo nunca. Puedes sospechar de programas que te permitan ver películas o programas en streaming de forma gratuita, así como sitios web y aplicaciones de juegos. La mejor manera de actuar es descargar cada servicio después de que lo hayan comprobado tus padres.
Para evitar que este tipo de información se revele, hay algunas estrategias que, como padre, se pueden implementar:
Decirle al menor que no dé ningún dato personal sin permiso
Si tu hijo utiliza el mismo dispositivo que tú: No guardes nunca las contraseñas o los códigos de identificación en el navegador.
Instalar programas de control parental como Qustodio, Secure Kids o Parental Click
Habla con los menores para que no publiquen ninguna foto que permita a los extraños saber la dirección exacta de donde viven o de la escuela donde estudia.
La mejor táctica de prevención es hablar frecuentemente con los menores sobre los riesgos de revelar información y sobre la importancia de un uso responsable de Internet.
Hoy en día casi toda nuestra vida descansa en Internet. Si somos hackeados el hacker encontrará nuestras contraseñas de la tarjeta de crédito, tendrá acceso a nuestros perfiles de medios sociales, nuestras cuentas de correo electrónico o a nuestro historial de navegación.
Debido a esta sobreexposición, debemos cuidar nuestros datos y evitar su divulgación. Sin embargo, aunque nos comprometamos a un uso responsable de Internet, debemos asegurarnos de que los menores estén tan comprometidos como nosotros, porque utilizan los dispositivos de la familia y también los suyos propios.
Una amplia gama de delitos implica la eliminación de datos, o la fuga de datos y los adolescentes y niños son uno de los colectivos más propensos a compartir sus datos, debido a dos razones principales:
Se pueden utilizar varias técnicas para filtrar secretamente datos de un dispositivo digital. A veces los perpetradores ocultan sus intenciones mostrándose como algo diferente a lo que son. Por ejemplo, en los anuncios, pidiendo información para visualizar el contenido o pidiendo las contraseñas para disfrutar de un servicio online. Pero, más a menudo los menores comparten sus datos porque no son conscientes del peligro, por lo que resulta vital contra con una forma más responsable de actuar en Internet.
Definición
Revelación de información
Revelar significa exponer, sin querer, información privada que no debe ser filtrada a otras personas. Puede ocurrir por medio de la piratería informática o porque la fuente no se dé cuenta de la importancia de mantener los datos privados en privado.
Podemos decir que hay divulgación cuando alguien da su información personal o la coloca en una posición en la que puede ser descubierta por personas que podrían utilizarla de manera perjudicial, arriesgando su privacidad o seguridad.
Este problema se ha incrementado profusamente debido a la mejora y sofisticación de la piratería informática: el malware, el spyware son sólo algunos de los problemas conocidos. Pero, como dijimos antes, uno de los principales problemas es que la gente esté dispuesta a compartir tanta información sobre ellos mismos. Constituye un problema creciente debido a las aplicaciones de los teléfonos inteligentes, que nos piden acceso a información como ubicación, contactos, etc. para poder disfrutar de sus servicios. Este es un cambio de paradigma que Internet ha traído consigo. En la televisión te muestran contenidos a cambio de tu atención. En Internet te darán acceso a aplicaciones y servicios a cambio de tus datos.
Esto no constituiría un problema en sí mismo si los datos revelados no fueran sensibles. Pero, ¿sabe un niño si la información expuesta es sensible y potencialmente riesgosa o no? Incluso los adultos a veces pueden no notar esta diferencia. Para descubrir si los menores están filtrando información, los padres deben hacerles algunas preguntas:
– ¿A qué sitios ingresan?
– ¿Qué aplicaciones se descargan?
– ¿Alguien les ha pedido que compartan algún dato personal para disfrutar de un servicio, como la dirección de correo electrónico o el número de tarjeta de crédito?
Ejemplo
Paul quiere descargar una aplicación en su smartphone para hablar con sus amigos. Aunque la aplicación es gratuita, se le pide que rellene un formulario que incluye la tarjeta de crédito y el código de verificación de la tarjeta.
Si las aplicaciones o servicios en línea te piden que compartas alguna información para el funcionamiento adecuado de la misma que no van a utilizar, o si alguien te pide de manera inusual información privada, como la dirección de tu casa, es probable pensar que hay un riesgo de revelar información sensible.
A veces la fuga de datos se produce mediante el uso de un virus troyano. Si tienes alguna sospecha de un software, no deberías descargarlo nunca. Puedes sospechar de programas que te permitan ver películas o programas en streaming de forma gratuita, así como sitios web y aplicaciones de juegos. La mejor manera de actuar es descargar cada servicio después de que lo hayan comprobado tus padres.
Para evitar que este tipo de información se revele, hay algunas estrategias que, como padre, se pueden implementar:
La mejor táctica de prevención es hablar frecuentemente con los menores sobre los riesgos de revelar información y sobre la importancia de un uso responsable de Internet.